Sebastián Urbina: La vida de los otros

También es muy ilustrativo lo que dice Vázquez Rial en “La izquierda reaccionaria”: ‘Breznev y Kosiguin no empezaron a encerrar a los disidentes en clínicas psiquiátricas porque se sintieran en la necesidad de disimular que en la Unión soviética había presos políticos, cosa que se sabía en todas partes, sino porque realmente creían que la disidencia era una forma de enfermedad mental.