María Teresa G. Cortés: «Utopías», esos engaños de la ficción
Con esos gustos atávicos por caminar fuera y lejos de los límites de la experiencia corriente, las utopías deslumbran con sus engaños. Por eso, si creemos en la gramatología de los cuentos de hadas y, por extensión, en la logocracia de las narraciones fantásticas, no tenemos nada más que hablar: defendemos los derechos nacionalistas de las Culturas, que no los derechos humanos de hombres y mujeres, y sanseacabó. Pero, como no deseamos quedar atrapados en la armadura de omnipotencia de los imperialismos ideológicos, no podemos cerrar los ojos al racismo, sexismo, violencia y antidemocracia que acompañan a las formulaciones utópicas, aunque éstas las defiendan políticos e intelectuales de postín.