Evolución sexual masculina (que…)

Reivindicamos la libertad en la sexualidad femenina. Continuamente. Hablamos de la necesidad de entender que una mujer puede elegir cómo vivir su vida, y sobre todo, cómo vivir su sexualidad. Pero, ¿hablamos de la libertad de los hombres a la hora de elegir cómo gozar de su sexo?

Evolución sexual masculina
Evolución sexual masculina

Así introduce Silvia C. Carpallo, su artículo del 22/01/14 para El País, La revolución masculina que nunca llego.

«Les pedimos que sean sensibles, comprensivos y respetuosos, pero que no dejen de ser viriles, fuertes y protectores. Les pedimos que se ocupen de nuestro placer, de nuestros orgasmos, y además, que tengan los suyos cuando más nos convengan. Les pedimos que se adentren en nuestras curvas femeninas, para que nos ayuden a descubrir nuevas formas de placer, pero nos hemos olvidado de ayudarles a descurbir sus nuevas formas de hacer».

¿Reflexionan los hombres sobre su sexualidad? O más concretamente, ¿la flexionan realmente en su pensamiento? ¿La piensan desde lo que entienden que entienden de sí mismos, desde su hacer cotidiano, desde el reflejo sincero que les devuelve estar en relación con otras personas? Horacio Vázquez–Rial lo hizo. Lo hizo, y nos dejó un testimonio por escrito de ese conversación consigo mismo que tituló Hombres solos.

No se limitó a teorizar sobre La sexualidad y El ser humano, sino a compartir un debate que el narrador HVR, tuvo con el hombre que fue mientras vivía… el el corazón mismo de su tránsito: físico, intelectual, político y social. Es por eso que Hombres solos es parte de una conversación anterior, La izquierda reaccionaria. No significa en modo alguno que estos temas deban de abordarse exclusivamente desde estos puntos de vista, sino que, Horacio Vázquez–Rial, los aborda, inicia esta conversación, al hilo de lo que venía planteando en La izquierda reaccionaria.

HVR, y eso es lo más atractivo de este texto de Hombres solos, en tanto que hombre evolucionando en su sexualidad y en su pensamiento, a partir del momento en que es capaz de conversar sobre ello y compartirlo, honestamente; ensayando, al modo Michel de Montaigne (a quien HVR admiraba), sobre asuntos tan discutibles como formas de verlos. Interesante, en tanto que testimonio; referencial para unos, fulminante de profundas controversias para otros. ¿No queremos esos de los libros también: que nos pongan a conversar?

A continuación les invitamos a que adquieran el libro Hombres solos, y que sigan leyendo a Silvia C.

 

 

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